El rol del Agente Educativo en el juego
El agente educativo al diseñar las actividades lúdicas deberá tomar en cuenta primordialmente el refuerzo de los vínculos afectivos, tanto del niño con sus pares, como con el agente educativo. Además, deberá tomar en cuenta espacios que le permitan al niño el movimiento libre, donde puedan experimentar y observar. Así mismo estos deberán ofrecerle seguridad al niño.
Es sumamente importante permitirle a los niños la manipulación de objetos, para que éstos conozcan su contexto.
Por otro lado, deberá respetar los momentos de individualidad del niño, ya que es común observar durante el juego que prefieren construir un espacio para estar consigo mismos.
Los agentes educativos deben explorar y apropiarse de una nueva manera de entender el desarrollo infantil, alejada de los enfoques tradicionales que lo asumían como una sucesión de etapas con un inicio y un final, en el que cada etapa se relacionaba con una edad determinada. Desde esta nueva óptica se pretende invitar al agente educativo a cambiar su actitud ante los niños y las niñas, a descubrirlos, a buscar las condiciones que impulsen sus capacidades y su desarrollo a lo largo de sus primeros años de vida.
Deben adelantar procesos educativos intencionados, pertinentes y oportunos generados a partir de los intereses, características y capacidades de los niños y las niñas, con el fin de promover el desarrollo de sus competencias, liderando un cambio cultural que impulse prácticas pedagógicas acordes con este marco. Por lo tanto, se espera que los agentes educativos asuman su papel como promotores del desarrollo de competencias, a partir de la observación, el acompañamiento intencionado, la generación de espacios educativos significativos y el conocimiento de quiénes son aquellos niños y niñas